“Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles”, forma parte de uno de los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible 2030, firmados en 2015 por los países miembros de las Naciones Unidas. Con ello se trata de luchar contra todas las prácticas individuales, colectivas e institucionales (abusos, brutalidades, etc.) que sean causa de la ausencia de paz y convivencia equilibrada. Se trata de luchar contra una violencia multiforme que imposibilita la consolidación de sociedades justas y pacíficas, sociedades que brinden una mejor calidad de vida a las generaciones futuras.

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Esta violencia multiforme se vive cotidianamente, y en muchos casos se acompaña de: mortalidad, tortura, abusos, maltrato, explotación de personas vulnerables (niños, mujeres, adultos mayores...); desigual de acceso a la justicia, al trabajo, a los servicios, a la alimentación y energías; víctimas de soborno y corrupción; discriminación por causa de edad, situación social, invalidez, localización; ausencia de identidad jurídica.